Factores de crecimiento
El plasma rico en factores de crecimiento, o plasma rico en plaquetas, es una novedosa terapia indicada para tratar y recuperar, en un corto periodo de tiempo, lesiones musculares, tendinosas y osteoarticulares. Gracias a su capacidad para regenerar tejidos musculares, constituye un complemento a las intervenciones quirúrgicas.
Nunca sustituirá a estas cuando son necesarias, pero puede realizar una función de prevención retrasando, por ejemplo, el momento en que deba colocarse una prótesis. Mediante este tratamiento se pueden mejorar enfermedades como la artrosis, lesiones como los esguinces y los desgarros musculares, y reducir el dolor de rodilla, hombro, cadera, codo o tobillo.
Qué son
Los factores de crecimiento son unas proteínas que regulan procesos clave del crecimiento y la división celular. Constituyen una alternativa terapéutica no invasiva que estimula los procesos naturales de reparación del cuerpo humano. Son de gran importancia para la recuperación de lesiones y la superación de múltiples patologías. El tratamiento con factores de crecimiento no requiere ingreso hospitalario ni intervención quirúrgica. En el ámbito de la cirugía ortopédica se administran como tratamiento para estimular la cicatrización de heridas, favorecer la reparación de músculos, tendones y ligamentos y la consolidación de las fracturas. Numerosas publicaciones científicas avalan el papel positivo de los factores de crecimiento para estimular la reparación y acelerar los procesos que culminan en la curación del tejido lesionado.
Para qué sirven
La inyección de factores de crecimiento en el área dañada favorece la recuperación de lesiones de ligamentos, tendones, cartílagos o fascias (músculos). Está especialmente indicada para las lesiones crónicas. También se emplea para recuperar lesiones musculares, potenciar regeneraciones óseas y acelerar el proceso de recuperación después de la cirugía.
En la cirugía de rodilla, la infiltración de plasma rico en plaquetas puede facilitar la reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA). También es útil en el anclaje del cartílago de las articulaciones. Su aplicación está indicada, entre otros casos, en:
- Tendinitis crónicas (de hombro, codo, muñeca, tobillo o rodilla).
- Reparación de tendones rotos o seccionados.
- Reparación de ligamentos (de la rodilla o de la muñeca).
- Reparación del cartílago.
- Úlceras de cartílago articular.
- Suturas y trasplante de menisco.
- Artrosis de rodilla.
- Tendinosis rotuliana o rodilla del saltador.
- Lesiones y desgarros musculares.
- Fracturas.
- Deficiencias de hueso y en casos de aplicación de injertos.
- Cicatrización de heridas, retrasos o defectos de curación.
- Lesiones degenerativas de las articulaciones.
- Fascitis plantar.
- Pie diabético.
- Codo del tenista.
- Codo del golfista.
- Tendinosis del tendón de Aquiles.
Cómo se administran
Los factores de crecimiento se aplican mediante una infiltración (inyección) en la zona dañada. Los factores de crecimiento se obtienen de las plaquetas de la sangre del propio paciente. Las plaquetas son unas células que ayudan a taponar las heridas para evitar que sangren, y son ricas en factores de crecimiento. Para el tratamiento con factores de crecimiento se extrae una pequeña cantidad de sangre del propio paciente (entre 20 y 80 ml).
Se almacena en tubos y se centrifuga con el fin de separar tres componentes básicos de la sangre: las células blancas y rojas; el plasma pobre en plaquetas; y el plasma rico en plaquetas. Este último es el que libera los factores de crecimiento y el que se utilizará para infiltrar las zonas lesionadas. Se recomienda entre dos y tres infiltraciones, a intervalos de 4 a 7 días. La aplicación de factores de crecimiento se puede simultanear con el tratamiento rehabilitador que esté llevando a cabo el paciente.
El tratamiento debe hacerse en condiciones de extrema asepsia. Se infiltra previamente la piel y el tejido subcutáneo con anestésico local. Después de dos minutos se inyectan de 3 a 5 ml (dependiendo de la zona a tratar) de concentrado de plaquetas tamponado, para que esté equilibrado con el pH del tejido.
Ventajas
- No requieren hospitalización ni intervención quirúrgica.
- Potencia la regeneración natural de tejidos, huesos y cartílagos.
- Reducen la inflamación e indirectamente el dolor (tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas).
- Reducen el sangrado (tienen propiedades hemostáticas).
- Favorecen la cicatrización.
- Reducen la tasa de infecciones, pues disminuyen la necesidad de drenajes y rebajan la incidencia de complicaciones.
- Al obtenerse del propio paciente no producen reacciones alérgicas.