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Balón espaciador OrthoSpace

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El balón espaciador OrthoSpace es una técnica de última generación, indicada en desgarros parciales o totales de tendones, que se realiza en 10 minutos y constituye una alternativa viable a una complicada operación quirúrgica.

La técnica consiste en implantar un balón de un material biodegradable en el interior de una articulación. El balón crea un espacio entre los huesos cuya fricción produce dolor. Al reducirse el dolor el cuerpo puede recuperarse más rápido que con otras intervenciones quirúrgicas.

La implantación se realiza mediante un procedimiento mínimamente invasivo, en ámbito ambulatorio y en un corto espacio de tiempo. No es necesario ingresar en el hospital.

El balón simula la acción normal de la bursa (una bolsa de líquido sinovial que evita la fricción entre músculos, tendones y huesos de la articulación y actúa como amortiguador), con lo que disminuye el dolor del paciente y se reduce el tiempo de rehabilitación. Al ser biodegradable no se requiere ninguna intervención posterior para retirar el balón.

Indicaciones (para saber más)

Cuando los tendones o los músculos se rompen, además de experimentar dolor, el rango de movimientos queda limitado. El dolor irradia desde la rotura hacia el miembro afectado. Un desgarro completo de tendones o músculos no se cura de manera espontánea, suele necesitar una intervención quirúrgica. A veces el estado del tendón o del músculo no permite su reparación.

El balón espaciador es un polímero biodegradable muy utilizado en la medicina, que crea un espacio entre los huesos y evita fricciones y rozamientos entre los huesos. El balón reduce el dolor y se disuelve de manera gradual en el curso de un año.

El balón espaciador está aprobado por las autoridades europeas desde julio de 2010.

Se introduce en la articulación mediante una artroscopia con anestesia local.

Recuperación

Después de la implantación de un balón espaciador el paciente deberá evitar movimientos rápidos y súbitos, repetitivos, levantar pesos o hacer ejercicios que requieran mucho esfuerzo. Asimismo, el paciente deberá seguir el programa de ejercicios de rehabilitación marcado por su cirujano o por su fisioterapeuta, para recuperar el funcionamiento satisfactorio de la articulación.

Precauciones

Los riesgos de este procedimiento son los mismos que los de cualquier artroscopia: hinchazón, dolor, lesiones nerviosas, infección, restricción de movimientos o molestias.

Las reacciones alérgicas se producen en menos de un 5% de los pacientes. Cuando esto ocurre, el cirujano ortopédico decide si debe desinflarlo mediante una aguja, retirarlo mediante artroscopia, o dejarlo hasta que se produzca su reabsorción.

Contraindicaciones

  • Infección latente o activa y signos de necrosis en el tejido.
  • Alergia al polímero del balón (poliláctico-coglicólido e-caprolactona).
  • El cirujano tendrá en cuenta problemas de coagulación o de sistema inmunitario, enfermedades crónicas como cardiopatías, cirrosis, fallo renal crónico o cualquier otra que pudiera comprometer la implantación.

 

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