Prótesis

La cirugía de reemplazo articular, o artroplastia, es un procedimiento quirúrgico que consiste en extraer una articulación dañada y colocar una prótesis, o articulación artificial, en su lugar. En algunos casos, no se extrae toda la articulación, sino que se reemplazan solo las partes dañadas.

La cirugía de reemplazo articular puede aliviar el dolor y ayudar al paciente a mejorar la movilidad y a sentirse mejor. La cadera y la rodilla son las articulaciones que con mayor frecuencia se reemplazan, pero no son las únicas que se pueden sustituir. También se realizan artroplastias para sustituir el hombro, las articulaciones de los dedos, el tobillo y el codo.

La articulación artificial, que recibe el nombre técnico de prótesis, es de plástico, de metal o de ambos materiales y puede fijarse con o sin cemento, de manera que el hueso sano pueda crecer dentro de la prótesis. En algunos casos, se combinan ambos métodos para fijar la articulación en su lugar.

Las prótesis tienen una duración limitada, entre 15 y 20  años. Dependiendo de la edad del paciente, la prótesis se deberá cambiar en más de una ocasión a lo largo de su vida. 

¿Cuándo es conveniente un reemplazo articular?

Un reemplazo articular es a menudo la única solución si se sufre un dolor constante y no se puede desarrollar el movimiento adecuado con la articulación. Sólo el médico puede decirle si necesita una articulación artificial. Prescribirá las pruebas diagnósticas necesarias (imágenes, artroscopia, examen de tejidos), y podrá aconsejar sobre tratamientos no quirúrgicos (ejercicio, fisioterapia, medicación).

Antes de la implantación de la prótesis

A partir del momento en que usted y su médico han tomado la decisión de someterse a una cirugía en la que le reemplazarán la articulación por una prótesis, necesitará un tiempo para prepararse, tanto física como emocionalmente. Este proceso, puede favorecer el éxito de la operación  y una recuperación más rápida.

• Hable con su médico, no dude nunca en preguntar lo que no entiende ni en transmitirle sus dudas y sus temores.
• Cuanto más sepa usted sobre el proceso al que se va a someter, mejor podrá manejar los cambios que la cirugía de reemplazo articular generará en su vida.
• Antes de la cirugía, se verificará su estado de salud general, le realizarán análisis de sangre, un electrocardiograma y radiografías. Si ha tenido algún problema con la anestesia en el pasado, explíqueselo a su médico.
• Es posible que le sugieran que done sangre, porqué tal vez la necesite en el momento de la intervención.
• Consulte a su médico cuál será la duración prevista de su estancia en el hospital, cuánto tiempo durará su recuperación, y  si podrá valerse por sí mismo o necesitará la ayuda de otra persona o muletas.
• El doctor le informará si necesitará fisioterapia y quien le podrá atender. Es muy frecuente que olvidemos preguntar cosas que queríamos consultar al médico. Lo mejor es que haga una lista (¿Cuáles son los resultados y las posibles complicaciones de esta cirugía?, ¿es dolorosa? ¿Cómo cambiará mi nivel de actividad después del reemplazo de la articulación?
• Si fuma, reduzca la cantidad de cigarrillos o deje de fumar, ya que fumar retrasa la recuperación y puede interferir con la anestesia.
• Siga una dieta equilibrada. Si tiene sobrepeso, es posible que le recomienden perder peso para disminuir la fuerza que tendrá que soportar su nueva prótesis de cadera o rodilla.
• Haga ejercicio, siguiendo las indicaciones del cirujano o el fisioterapeuta. Puede fortalecer la parte superior del cuerpo para manejar mejor las muletas en el caso que vaya a necesitarlas.
• Es recomendable empezar a habituarse con los ejercicios postoperatorios que va a tener que realizar en su recuperación, si ya los conoce, le resultará más fácil ejecutarlos después de la cirugía.
• Modere el consumo de bebidas alcohólicas. No beba nada que contenga alcohol desde la medianoche anterior a la cirugía. Informe a su médico si consume cualquier narcótico o droga, ya que pueden afectar a la operación.
• Prevea qué personas van a ayudarle. Después de la cirugía su movilidad y su autonomía se verán reducidas; necesitará que otras personas realicen tareas que antes realizaba usted. Si vive solo, es conveniente que alguien lo acompañe hasta su casa y permanezca con usted durante varios días después de la cirugía. Otra opción es contratar a alguien para que lo ayude en casa. Considere la posibilidad de ingresar en un centro especializado una vez que sea dado de alta. Los trabajadores sociales o el personal del hospital pueden ayudarle.
• Prepare su casa para cuando vuelva del hospital: considere la posibilidad de mover o cambiar algún mueble de sitio y de instalarse en otra habitación; guarde las alfombras, y asegúrese de que no hay cables eléctricos en el suelo ni otros elementos con los que pueda tropezar.
• Prepare el baño para que sea más cómodo y seguro (silla de ducha, barra para sostenerse, asiento del inodoro elevado).
• Prevea si necesitará muletas, andador, almohadas, calzador u otro tipo de ayudas.

Después de la implantación de la prótesis

• Sentirá algunos efectos secundarios, tal vez sienta molestias, dolor,  hinchazón o inflamación en la zona de la herida.
• Siga estrictamente las pautas de su programa de rehabilitación y consulte de inmediato cualquier duda o problema que tenga.
• Puede haber complicaciones: infecciones, sangrado excesivo, reacción a la anestesia o una lesión accidental. Ciertas personas corren más riesgo de complicaciones debido a sus condiciones médicas.